La música de los años 60 y 70 tiene algo especial, una magia única. El paso de una década a otra supuso una transformación significativa: el pop más ingenuo evolucionó y tomó caminos diversos, desde un rock más arriesgado hasta los primeros ritmos disco que, con el tiempo, darían lugar al nacimiento de la música electrónica. En España, en plena dictadura franquista, la música se convirtió en un acto de liberación, y lugares como Torremolinos se consolidaron como el place to be de la época, un refugio de modernidad y libertad. En ese contexto se sitúa «Vírgenes», la nueva comedia de Álvaro Díaz-Lorenzo, que narra la historia de Honorio, Rafa y Vicente, tres amigos a punto de cumplir los 20 en 1968. Cansados de su rutina en Sevilla, deciden emprender un viaje a Torremolinos tras ver un NO-DO sobre el boom turístico en la Costa del Sol, con la esperanza de cambiar sus vidas y, sobre todo, perder la virginidad con las suecas.
La nostalgia de los 60
Desde que comenzamos a trabajar en la Supervisión Musical de Vírgenes, supimos que la banda sonora debía ser algo más que un acompañamiento: tenía que convertirse en un personaje más de la historia. Queríamos que cada canción aportara color, ritmo y emoción, y que conectara con el espíritu libre —y contradictorio— de aquel verano del 68. Junto al director, elegimos clásicos incontestables como «Black is Black» de Los Bravos, pero también quisimos ir más allá y recuperar joyas menos obvias de la época, como «Fin de Semana» de Los Diablos o «Tu Loca Juventud» de Los TNT, que aportan autenticidad y frescura a un relato que, aunque ambientado en el pasado, habla de temas muy actuales.
El toque internacional
La música es una herramienta poderosa para situar al espectador en una época concreta: una sola canción, en el momento adecuado, puede abrir una puerta directa al pasado. Esa conexión emocional e instantánea es justo lo que buscábamos con «Venus» de Shocking Blue. Un tema icónico, reconocible desde sus primeros acordes, que actúa como una cápsula del tiempo y nos ubica de inmediato en el ambiente efervescente y provocador de finales de los 60.
Los 60 en Production Music
Más allá de los temas comerciales más reconocibles del film, la música está presente de forma constante a lo largo de la historia, acompañando cada escena con el espíritu vibrante del verano y la fiesta. Para completar el soundtrack, recurrimos a un repertorio cuidadosamente seleccionado de Production Music, esencial para que el conjunto funcionara a la perfección a nivel sonoro. Piezas como «Loco Baby!» o «Tequila Club», compuestas e interpretadas por los Hermanos Mariscal para nuestro sello in-house SaraoMusic, aportan autenticidad y carácter al metraje. Una vez más, queda demostrado que la calidad de la Production Music no solo está a la altura, sino que puede elevar de forma decisiva cualquier proyecto audiovisual.
En definitiva, la música en «Vírgenes» ambienta, impulsa la narrativa, emociona y conecta con la memoria colectiva. Cada tema, ya sea un clásico como «Black is Black» o una pieza original de Production Music, ha sido elegido con precisión para acompañar el viaje de los personajes y sumergir al espectador en el Torremolinos de 1968. Un trabajo de Supervisión Musical que demuestra cómo el sonido adecuado puede transformar una escena y reforzar el alma de una historia. Porque, al final, una buena canción en el momento justo da sentido y verdad a lo que vemos en pantalla.