La relación de la música con las emociones
Konga Talks
Por Charlotte Dubois
Konga Music Agency charla con Arnau Vilà, compositor de bandas sonoras y espectáculos.
Somos de forma innata, criaturas musicales por naturaleza, convivimos con ella en todo momento. Diversos estudios científicos a lo largo de los años han hecho evidente que la música ejerce una importante fuerza emocional sobre las personas y sobre nuestro comportamiento.
La música activa la misma zona cerebral que la comida y el sexo. Nos ayuda a equilibrar las emociones y provoca una liberación de dopamina (hormona del placer). La sangre que fluye en el cerebro responde a áreas asociadas con la emoción, la excitación y la recompensa.
Un buen ejemplo de la relación de la música con nuestras emociones son las bandas sonoras de largometrajes. Los compositores de cine saben muy bien cómo las bandas sonoras influyen en nuestro cerebro y utilizan el poder de la música para detonar emociones.
Una de las finalidades principales de la banda sonora de una película es la de implicar emocionalmente al espectador. La música es capaz de transmitir lo que el personaje siente, su carácter y su personalidad.
Por eso, nos apetecía charlar con Arnau Vilà, productor, compositor y director musical y que nos contase su experiencia con la música y la relación que esta crea en las emociones del espectador. Arnau Vilà forma parte del roster de compositores de Konga Music Agency y ha compuesto el increíble álbum Cinematic Landscapes de nuestro sello SaraoMusic. Además, es compositor de música original para espectáculos, obras de teatro y largometrajes y Director Musical de Mamma Mia! Y del popular programa Tu Cara me Suena. Le hemos formulado unas cuantas preguntas.
KMA: ¿Cuándo te diste cuenta de la influencia que tiene la música sobre las personas? ¿Cuándo decidiste que querías dedicarte a producir música para teatro y/o cine?
AV: “La música es un estado de ánimo. Cuando estudiaba piano, me enseñaron que una cosa es tocar y otra más importante, interpretar. Y es en esta interpretación que transmitimos unas emociones. Y que una misma partitura puede ser interpretada por diferentes músicos y generar diferentes sensaciones al público. Ahí está la magia y la verdad de la música. Cuando yo estudiaba música, mi padre dirigía un grupo de teatro amateur y yo veía cómo él escogía las músicas para sus espectáculos. Las buscaba y buscaba hasta encontrar la que podía funcionar mejor para subrayar un momento del texto. Para ayudar al espectador a entender mejor un personaje y/o situación. Y cuando se juntaba la música con la acción, me parecía maravilloso que la música tuviera esta fuerza de subrayar y situar determinados momentos. Empecé, pues, a componer mis primeras bandas sonoras de aquellas pequeñas obras de teatro.”
KMA: ¿Qué proceso sigues cuando recibes un encargo de música original?
AV: “Sobretodo conocer lo que el director quiere contar. Leo el guión, tomo notas, compongo algunos leitmotives… pero sobretodo, hablar mucho con el director para saber lo que él quiere contar y la función de la música dentro de este proyecto. La música tiene que estar al servicio del texto y ayudar a dar la información necesaria sin llegar a ser la protagonista. Si la banda sonora incluye canciones, puedo empezar a trabajarlas antes, pero me gusta mucho participar en el proceso de ensayos para ver lo que el director va consiguiendo de los actores y actrices y así, ir construyendo la banda sonora a la vez.”
KMA: ¿Hay una serie de pautas o trucos que aprendéis los compositores para transmitir determinadas sensaciones al espectador?
AV: “Una escena de acción no es lo mismo que una escena romántica. Igual que una escena épica no es lo mismo que un thriller… Quiero decir que hay una serie de códigos que sabes que te van a funcionar en cada género. Códigos de composición pero también códigos de instrumentación. Hay que pensar en un global. Las melodías, el ritmo, el tempo, las articulaciones, las dinámicas, escoger bien la instrumentación, y la función de cada instrumento dentro de la banda sonora.»
KMA: ¿La percepción de la música es universal? ¿Genera las mismas sensaciones a todos los públicos?
AV: “Por suerte, no. De la misma manera que a uno le gustará más un libro que a otro y que a uno le gustarán las películas de terror y a otros no y de igual manera, por ejemplo, con el arte contemporáneo, a unos les encanta y a otros no. A mí me satisface creer que la composición que me han encargado, cuenta la misma historia que la que quiere contar el director. No deja de ser un punto de vista y no tiene que gustar a todo el mundo. No deja de ser una interpretación de una historia.”
