Cómo usar Música Clásica en cine, series, publicidad…
Konga Talks
Por Teresa Carbonell
¿Cuántas veces hemos oído que la música clásica se puede sincronizar (utilizar) sin pagar derechos en cualquier proyecto audiovisual?
En este artículo vamos a explicarte qué pasos hay que seguir cuando quieras usar música clásica en una producción audiovisual, dónde puedes encontrar música clásica a precios asequibles y recordaremos grandes ejemplos de sincronizaciones de clásica en el cine.
Autorizaciones y Permisos
En primer lugar, se entiende por sincronización o primera fijación de una música, la utilización y reproducción de la obra musical -la composición- en cualquier tipo de proyecto audiovisual (largometraje, trailer, serie de televisión, campaña publicitaria, contenido online) junto con la utilización y reproducción de la grabación o soporte correspondiente.
Para sincronizar una música en imágenes, se debe solicitar autorización a sus propietarios: de la obra musical, al autor o a su editorial y de la grabación o máster al sello discográfico. Respecto a la obra musical, el autor o su editorial cederán los derechos de explotación de la obra musical con una licencia de sincronización o primera fijación y, por otro lado, la discográfica también extenderá una licencia de sincronización o primera fijación para que su grabación se pueda utilizar en un proyecto audiovisual. Ambas licencias de sincronización o primera fijación -la de la obra musical y la de la grabación- reflejarán las modalidades de explotación de la música cedida para los medios y/o soportes, territorio y temporalidad autorizados y exclusivamente para la producción solicitada.
¿Cuántos años son necesarios para que caduquen los derechos autorales/editoriales?
Si ya tenemos claro que una música, para ser sincronizada, requiere del derecho del autor/editorial y del derecho de grabación o máster, veamos qué pasa cuando se quiere sincronizar una pieza clásica en una campaña de publicidad o en la secuencia de un largometraje.
Hay un gran número de obras de autores clásicos como, pueden ser Chopin, Beethoven, Vivaldi o Mozart, por citar solo algunos nombres, que son de dominio público, lo que significa que los derechos patrimoniales sobre esas obras musicales han expirado y pueden ser utilizadas sin pedir autorización expresa al autor y/o editor.
Esto sucede habitualmente trascurrido un plazo desde la muerte del autor. El plazo mínimo, a nivel mundial, es de 50 años y está establecido en el Convenio de Berna. Muchos países han extendido ese plazo ampliamente. Por ejemplo, en el Derecho Europeo, son 70 años desde la muerte del autor. Una vez pasado ese tiempo, dicha obra puede ser utilizada en forma libre, respetando los derechos morales.
Derechos de sincronización de la grabación o máster
Estamos hablando de la obra, pero ¿qué pasa con la grabación o el máster? Si un director quiere usar la 5ª Sinfonía de Beethoven en la serie que está realizando -recordemos que esta obra es dominio público- solo deberá solicitar la autorización para obtener el derecho de sincronización de la grabación que le interese, por lo que deberá contactar con el sello discográfico correspondiente que es el propietario de la grabación. Si se quiere usar música clásica en producciones audiovisuales, las grabaciones o másters de música clásica no son gratuitas.
Si ya tenemos claro que para sincronizar música clásica deberemos pedir siempre permiso a los propietarios del máster, asimismo es recomendable chequear cualquier pieza clásica que se quiera sincronizar en una producción audiovisual para asegurarnos que la parte autoral está siempre en dominio público. Puede darse el caso que una obra clásica tenga coautoría y, que alguno de esos autores sea dominio público, pero otro no, por lo que si la obra es indivisible significará que está protegida por derechos de autor.
Obras Clásicas que no son de dominio público
Las obras de autores clásicos contemporáneos deben ser previamente consultadas, ya que es muy probable que los derechos patrimoniales no hayan pasado a dominio público y, en su caso, se deberán gestionar los derechos de sincronización de la obra musical para obtener una licencia de primera fijación para el proyecto audiovisual en el que se esté trabajando. Y, por supuesto, también se pedirá autorización para obtener los derechos de sincronización de la correspondiente grabación.
¿Dónde se pueden encontrar grabaciones de música clásica para sincronizar?
En música clásica existe una importante lista de sellos discográficos de renombre. Sincronizar las grabaciones de estos sellos en, por ejemplo, la secuencia de un largometraje o en una campaña de publicidad puede suponer un coste elevado en la obtención del derecho de sincronización o primera fijación del máster.
Si se quieren encontrar grabaciones de música clásica a precios asequibles, existen sellos de clásica de Production Music. Por ejemplo, en Konga Music Agency y en el entorno de nuestra plataforma KongaSearch, se pueden encontrar 7 sellos exclusivamente de música clásica: CPM Classical, Cavendish Classical, EMH Classical, Pantheon Classical, Parry Music Classical, Mediaphon, Aulicus Classics e In Venice Sound. En las sesiones de grabación de estos másters han trabajado orquestas, solistas y directores profesionales de distintas partes del mundo. En Konga Music Agency, extenderemos una licencia garantizando el derecho de sincronización de nuestras grabaciones para cualquier tipo de proyecto audiovisual. Gran parte del repertorio de música clásica ingestado en KongaSearch es de Dominio Público, pero conviene contrastarlo siempre, ya que podemos encontrarnos con el caso de algún autor clásico contemporáneo cuya música esté sujeta también a derechos de autor.
Grandes ejemplos de clásica en largometrajes
La música clásica forma parte de nuestro inconsciente colectivo. La mayoría hemos estudiado música clásica en los colegios y reconocemos un gran número de composiciones clásicas cuando las escuchamos. Por eso, grandes directores y directoras de cine han recurrido a sincronizar famosísimas obras y grabaciones de piezas clásicas en sus largometrajes. Rescato 5 ejemplos que demuestran el impacto que la música clásica tiene en el cine.
El final de Ocean’s Eleven está ambientado con una grabación del Claro de Luna de Debussy que empieza con una conversación entre Julia Roberts y Andy García y acaba con la banda de criminales frente a las famosas fuentes del Bellagio en Las Vegas. Cuatro minutos y medio de Claro de Luna que dibujan magníficamente el final de esta película.
Otro grandioso ejemplo de sincronización de una grabación clásica en el séptimo arte lo encontramos en Apocalypse Now de Coppola, donde la imposición de una cultura sobre otra y la ilusión que tienen los americanos por convertirlo todo en espectáculo hizo que donde los soldados ponían rock&roll para bombardear poblados vietnamitas, los de la película escuchasen La Cabalgata de las Walkirias de Wagner.
La romántica comedia Pretty Woman cierra su archiconocida secuencia final con un Richard Gere subido en una limusina yendo a salvar a su particular Julieta, una joven Julia Roberts, mientras escuchamos un fragmento de la ópera La Traviata de Verdi.
Y Kubrick, en La Naranja Mecánica, nos relató las desventuras de Alex Delarge (Malcom McDowell), un delincuente juvenil cuyos placeres son: escuchar música clásica, en especial de Beethoven, el sexo, las drogas y la ultraviolencia. El mismo protagonista reproduce, en una cinta de cassette, la 9ª Sinfonía de Beethoven.
Podríamos seguir mencionando infinidad de grandes momentos del cine acompañados con música clásica, pero me gustaría acabar este artículo nombrando Fantasía, la obra maestra de Disney que hemos visto unas cuantas generaciones. Esta obra clásica de la animación se alimenta de una banda sonora construida con 8 grandes obras de música clásica:
El Cascanueces de Tchaikovsky
Tocata y Fuga en Re Menor de Bach
El Aprendiz de Brujo de Dukas
La Consagración de la Primavera de Stravinski
Sinfonía Nº 6 de Beethoven
Danza de las Horas de Ponchielli
Una Noche en el Monte Pelado de Musorgski
Ave María de Schubert
¡Larga vida a la música clásica!